La apariencia de muñeca de Aira llamó la atención de la industria del modelaje cuando solo tenía dos años, lo que la llevó al centro de atención a una edad inusualmente joven.
Sus padres la llevaron a una agencia de modelos porque pensaban que el mundo debería ver su extraordinaria belleza, y ella interpretó el papel de una muñeca famosa con facilidad.
Cuando sus fotos se volvieron virales en línea, la gente quedó conmocionada y confundida; algunos incluso especularon que sus extraordinarios rasgos eran resultado de un retoque fotográfico.
Pero finalmente la realidad ganó y todos vieron que la apariencia de muñeca de Aira no era una ilusión.
Pero había que pagar un precio por un éxito tan rápido.
La vida de Aira se vio envuelta en un tornado de agencias de modelos y estudios fotográficos a una edad temprana, lo que le dejó poco tiempo para una infancia típica.
No pudo ir a la escuela, ni tener citas para jugar ni tener tanta independencia como otros niños de su edad.
Sus padres, atraídos por la promesa del estrellato, tomaron decisiones por ella que la encaminaron hacia el estrellato.
La edad provocó cambios físicos en Aira y, como resultado, su distintiva imagen de muñeca perdió algo de su brillo.
Su otrora explosiva popularidad se desvaneció y las empresas de modelos dejaron de contactarla o invitarla a sesiones fotográficas y espectáculos.
La vida de Aira ha cambiado ahora que es un adolescente. Mantiene un perfil en línea en el que revela detalles personales sobre su vida.
Es interesante que no parece tener buenos recuerdos de sus días de «muñeca», ya que parece haber borrado por completo esa parte de su vida de Internet.
Un recordatorio de los efectos positivos y negativos que la fama puede tener en la vida de un niño, la historia de esta joven es agridulce.
Aira continúa luchando con su sentido de sí misma y la tensión entre sus primeros éxitos y su anhelo de una vida adolescente más tradicional.
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