La única manera de ayudar a hacer de este mundo un lugar mejor es enseñar a nuestros hijos la compasión. Cuando nos preocupamos unos por otros, todo parece encajar.
Seis hermanos de Nueva York, uno de 10 años, dos gemelos y un par de trillizos, experimentaron la pérdida de un amigo muy cercano. El niño que murió estuvo luchando contra el cáncer durante algún tiempo, pero lamentablemente perdió la batalla. Mientras se sometía a tratamientos de quimioterapia, se le cayó el cabello. Esto entristeció mucho a los hermanos. Sus corazones se destrozaron cuando supieron que su amigo falleció, por lo que, en su honor, todos decidieron dejarse crecer el cabello para poder donarlo a otras personas a las que se les diagnosticó cáncer, al igual que su difunto amigo.
Decidieron no contarle a nadie sobre su plan. Ni siquiera su madre sabía por qué todos se negaban a cortarse el pelo.
Lamentablemente, a medida que su cabello crecía cada vez más con cada mes que pasaba, las burlas de sus compañeros de clase se hicieron cada vez más frecuentes.
A los hermanos los insultaron y muchos les dijeron que se parecían a niñas. Pero no les importó mucho porque sabían que tenían un propósito y estaban decididos a alcanzar la meta que tenían en mente.
Finalmente, cuando llegó el momento de donar su cabello, recogieron en total 17 pies de cabello. Impresionante, ¿no?
Nos alegra que niños tan pequeños puedan ser tan cariñosos y afectuosos.
Para obtener más información sobre su historia, vea el video a continuación y asegúrese de COMPARTIRLO con su familia y amigos en Facebook.
