Un pequeño elefante estaba comiendo caña de azúcar cuando fue sorprendido por los humanos. Su reacción derritió los corazones en las redes sociales.
Las escenas de elefantes paseando por las zonas rurales de Asia e India son comunes. Debido a los riesgos de extinción para esta especie, en estos lugares las medidas para sus cuidados se han hecho más fuertes con el tiempo.
Esto ha provocado que algunos ejemplares se desplacen a zonas más pobladas. Sin embargo, su presencia en estos lugares no es motivo de preocupación para los habitantes.
Elefante levanta tierra con su trompa. | Foto: Pixabay
Los humanos y los paquidermos han logrado convivir sin muchos contratiempos. De hecho, en Tailandia, además de ser una especie protegida también son una atracción turística.
Esta cooperación entre residentes y elefantes ha dado pie para que algunos paquidermos invadan los cultivos de los campesinos para robar algunas cosas deliciosas para ellos.
Niña asiática comparte con un elefante. | Foto: Pixabay
Por ejemplo, en Chiang Mai, un paquidermo bebé se encontraba comiendo caña de azúcar cuando fue sorprendido por un campesino.
El pequeño elefante pensó rápidamente en encontrar un escondite. Así que decidió poner su voluminoso cuerpo detrás de un poste de luz.
Elefante bebé caminando en zona rural. | Foto: Pixabay
La escena fue muy hilarante y quedó registrada en una fotografía que le ha dado la vuelta a las redes. El tierno gesto del elefante no se quedó ahí.
Él no solo pensó que escondiéndose tras el delgado poste nadie lo vería sino que quedarse muy quieto le ayudaría a ser indetectable.
Por fortuna, los campesinos que lo encontraron decidieron integrarse. Ellos simularon no ver al paquidermo, tal vez para que no pierda confianza en su capacidad para camuflarse.
Los animales suelen sorprendernos a menudo con comportamientos que hemos creído que solo son propios del ser humano.
Por ejemplo, una orca conmovió al mundo cuando fue vista cargando por 17 días a su cría muerta. Esta situación demostraba el dolor que sentía el cetáceo por la pérdida de su bebé.
En febrero de 2020, la ballena volvió a quedar embarazada. El Centro para la Investigación de Ballenas cree que el bebé nació el 4 de septiembre, después de avistarlos a ambos cerca a la frontera entre Estados Unidos y Canadá.