Ganar la lotería es siempre una celebración y un pequeño milagro. Cuando esta mujer
recibió sus ganancias, decidió compartir la alegría con un extraño.
Marion Forrest, de 86 años, compraba comestibles en el supermercado, como lo hacía
todas las semanas. Cuando estaba pagando, el joven cajero le sonrió y le ofreció
comprar un billete de lotería. Marion no estaba segura de necesitarlo, pero el tipo
insistió: el boleto cuesta como un vaso de café y puedes ganar medio millón de dólares.
Con este dinero puedes comprar una mansión centenaria a veinte minutos de la metrópolis
o una casa grande con piscina.
Una anciana preguntó cómo se llamaba el cajero. El nombre del tipo era Walter. “Walter”,
dijo Marion, “si gano, dividiré las ganancias contigo”. Esa es la única forma en que
accedió a comprar un boleto. El cajero estaba seguro de que esto era solo una cortesía
o una broma. Pero después de unos días, tenía que asegurarse de la seriedad de su cliente.
¡El boleto de Marion Forrest resultó ser realmente afortunado! Sin embargo, esta vez no
ganó medio millón de dólares: el boleto le trajo solo trescientos. Esto no alcanzaba para
la casa, pero alcanzaba para cinco cenas conjuntas en un restaurante de la capital. A pesar
de que Marion no ganó el premio gordo, decidió mantener su palabra. Su nieta, Heidi, observó
con asombro cómo su abuela ordenaba globos con la inscripción “¡Walter Won!”. y mete el
dinero en un sobre. La niña decidió filmar un momento conmovedor en video.
¡Valió la pena! Basta con mirar la cara de Walter cuando una anciana con globos apareció
en el umbral de su tienda, literalmente brillando de alegría. Simplemente parece que no
puede creer lo que ven sus ojos. ¡La sorpresa fue realmente un éxito! La abuela Marion y
Walter apenas pudieron contener su emoción, y todos los que estaban en la tienda comenzaron
a aplaudir. Solo mira esto:
Pero esta chica realmente ganó una cantidad impresionante en la lotería. Pero decidí disponer
del dinero de una manera inesperada. Este tipo aún no sabe cómo gastará la fortuna que le ha
tocado, pero ya está claro que ha llegado una racha blanca en la vida. ¡Solo mira su reacción!