Debido a la invasión por parte de Rusia en Ucrania, muchos niños huérfanos y con cáncer están atrapados en refugios subterráneos y necesitan alimentos y suministros médicos.
Cuando el presidente ruso Vladímir Putin lanzó una invasión en el país vecino, Ucrania, con unos 200.000 soldados, el mundo entró en caos.
A pesar de la promesa de que las tropas rusas no harían daño a los ciudadanos, se ha informado de que los misiles han impactado en apartamentos residenciales, lo que ha provocado múltiples víctimas civiles.
Los niños huérfanos y enfermos de cáncer están atrapados en refugios subterráneos en Ucrania. | Foto: Facebook.com/NGUmainpage
La invasión desencadenó un éxodo masivo de personas de Ucrania, que tomaron lo que pudieron y corrieron a ponerse a salvo en los países vecinos de Occidente, que hicieron todo lo posible por alojarlos y acogerlos.
Hasta el quinto día de la invasión no provocada de Ucrania por parte de Rusia, más de 500.000 personas han huido del país para escapar de los ataques rusos.
La realidad de muchas personas que intentan huir es que, además de que el viaje a la frontera es muy largo y agotador, también está el problema de las limitadas opciones de transporte y las gélidas temperaturas.
Lamentablemente, en medio de todo esto hay muchos niños ucranianos con cáncer que se han visto obligados a buscar seguridad en los sótanos de algunos hospitales.
Los pequeños que no han podido ser evacuados han visto interrumpidos sus tratamientos debido a los constantes bombardeos. Los médicos que atienden a los pacientes solo han podido crear una forma básica e improvisada de quimioterapia debido a la falta de suministros.
Sin embargo, los doctores han denunciado que, debido a la carencia de los tratamientos necesarios, los niños no harán más que enfermar, y muchos no sobrevivirán a menos que puedan ser evacuados a centros especializados donde puedan continuar su medicación.
La Dra. Lesia Lysytsia explicó que llevar a los niños a un centro médico en Lviv donde haya suministros médicos adecuados también es difícil para los médicos.
“Los pacientes y sus padres me preguntan si es seguro, y yo les digo ‘no lo sé’. Ni siquiera sé si es seguro salir a la calle. Es posible que salgan cerca del hospital y los ataquen”, expresó.
Por otra parte, hay algunos niños de un orfanato en Kropyvnytskyi que tampoco han podido escapar. Están atrapados en un refugio pidiendo ayuda.
Los infantes necesitan comida, medicinas, ropa, juguetes, colchones calientes, mantas y pañales.
Mientras la guerra continúa, muchas personas que no han podido escapar buscan seguridad en búnkeres y túneles subterráneos, mientras que otros optan por los oscuros vagones del metro.
La imagen desgarradora en torno a múltiples refugios de todo el país es la de padres asustados que no saben qué les depara el futuro a ellos y a sus hijos.
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