Con los hijos viene la madurez, y con los nietos, la segunda juventud, dicen. Solo
mire cómo el abuelo entretiene a su nieta ya adulta. Cuando ella llega, él parece
olvidarse de su edad.
Un video conmovedor lleno de ternura y amor fue compartido por una maestra de escuela
primaria de 30 años de Texas: Hayley Gamez. Las imágenes muestran a su abuelo de 89 años, a quien llaman Gayva en la familia, corriendo alegremente detrás de su auto y
saludando con la mano. Según la mujer, se trata de una especie de ritual de despedida
que se viene realizando desde hace varias décadas, escribe el Daily Mail. Gaiva ya no
es el mismo de hace 20-30 años, pero cuando su amada nieta se le acerca, se olvida de
su venerable edad y la divierte como en la infancia. Nunca se pierde una “carrera”,
ni a última hora de la tarde ni con mal tiempo. Sin embargo, como se desprende del
video, si Gaiva corre en la oscuridad, su hijo lo acompaña.
La linda tradición familiar impresionó a los usuarios de las redes sociales. ¡Solo en
TikTok, los videos con Gayva han ganado casi 7 millones de visitas! En los comentarios,
los suscriptores desearon al hombre, que obtuvo casi unánimemente el título de “el abuelo
más dulce del mundo”, buena salud y larga vida. Muchos usuarios admitieron que extrañan
mucho a sus abuelos, con quienes los separó una pandemia o peor aún, la muerte.
“Tienes tanta suerte de que tu abuelo todavía esté aquí”, “Extraño mucho al abuelo”, “Lo
vi y lloré. Mi abuelo ya se fue y lo extraño mucho”, escribieron los suscriptores.
Hayley, quien se prepara para ser madre por segunda vez, se conmovió por las atenciones y
las amables palabras dirigidas a su familia. Posteriormente, publicó otro video en el que
agradeció a los suscriptores por su apoyo y habló sobre cómo surgió la tradición. Según la
mujer, todo comenzó en la época en que su hermana era pequeña. El abuelo Gayva la entretuvo
“alcanzándola” con el auto que partía. Cuando nació Hayley, comenzó a correr tras ella y
luego tras su hijo. Anteriormente, el abuelo Gaiva podía correr detrás del auto una cuadra
entera, pero ahora los movimientos activos le cuestan. Y aún así, trata de caminar como un
pato al menos unos metros.
Mirando estos intentos, Hayley tiene lágrimas en los ojos cada vez. Ella solo espera que su
abuelo tenga la fuerza suficiente para correr detrás de su segundo hijo, que pronto nacerá.
“Hay tanto amor en él! Ella llena todo a su alrededor y le da fuerza”, dice la futura madre.
Es bueno cuando los nietos responden al cuidado de los abuelos de la misma manera. Por ejemplo,
este chico llevó a su abuela al océano y las montañas, con lo que había soñado toda su vida.