Alexis era un taxista de 65 años. Su esposa lo dejó porque no pudo lidiar con el dolor de la muerte de su hijo tras un accidente automovilístico.
El chófer estaba en su ruta habitual un día cuando recogió a una pareja borracha en compañía de una niña pequeña que parecía tener seis años. Le dijeron que los llevara a una dirección que el hombre le indicó, y así lo hizo.
Alexis recogió a una pareja borracha en compañía de una niña pequeña. | Foto: Shutterstock
Alexis cumplió con su deber, pero no estaba contento de que la pareja estuviera a cargo de la niña en tal estado de embriaguez.
Cuando el hombre y la mujer se bajaron del auto, el taxista se alejó rápidamente. Estaba bastante molesto. Un poco más adelante, al detenerse en un semáforo, escuchó un quejido proveniente del asiento trasero.
Dio una mirada rápida hacia atrás y vio que la niña todavía estaba en su asiento. “¿Qué estás haciendo ahí atrás?”, preguntó.
“Mis padres se olvidaron de mí”, dijo.
“Eso fue muy irresponsable de su parte, te llevaré de regreso ahora”.
La niña pareció alarmada después de que dijo eso. “¡Por favor no lo haga!”, chilló. “Amo a mis padres, pero ya no soporto estar con ellos”.
Él le preguntó por qué, pero ella se mantuvo en silencio. La llevó a una pizzería y le compró una pizza. Mientras comía, le narró su historia a Alexis.
Niña llorando. | Foto: Shutterstock
Su nombre era Lisa y sus padres eran adictos a las drogas y al alcohol. No se preocupaban por ella. Todo lo que hicieron aquella noche fue beber, y la única razón por la que siguieron cuidándola había sido por dinero.
Alexis no entendió lo que ella quería decir, pero estaba convencido de que era sincera. En lugar de devolverla a sus padres, la llevó con él a su casa.
El taxista pasó la noche pensando en lo que haría con la niña. “¿Debería devolverla a sus descuidados padres o debería llevarla a un orfanato donde la cuiden mejor?”, se preguntó.
Sabía que podía tener problemas si la mantenía con él por más tiempo. Sus vecinos sabían que no tenía hijos y lo habían visto entrar a su casa con Lisa. En el peor de los casos, lo denunciarían a la policía y él tendría que explicar por qué se la llevó.
Así que decidió llamar a la policía y pidió que investigaran a sus padres. El detective que encabezó la investigación le informó a Alexis que el padre biológico de Lisa no era el que había visto. El que se subió a su taxi era el amante de su madre.
Fue allí donde entendió por qué su negligencia al cuidarla. La policía los localizó y los servicios para niños revocaron los derechos de paternidad sobre Lisa. Como resultado, la niña fue enviada a un orfanato.
Alexis visitó a Lisa en el orfanato y notó que se veía más feliz | Foto: Pexels
Habiendo formado una conexión con la niña, Alexis la visitó en el orfanato y notó que se veía más feliz. Establecieron una relación cálida desde ese día y él siguió viéndola. Ella ayudó a calmar el dolor que le hacía sentir la pérdida de su propio hijo.
Un día, tuvo la oportunidad de hablar con el director del orfanato en su oficina. Un trabajador interrumpió la conversación para alejar al director y Alexis vio los documentos de Lisa en su mesa.
No pudo resistir la tentación de saber más sobre la niña, así que echó un vistazo a sus detalles. Leyó que había nacido en un pequeño pueblo de España, el mismo lugar en el que trabajaba su hijo antes de morir.
Algo hizo que él rastreara a la madre de la niña a pesar de que todavía estaba molesto por el hecho de que ella la había olvidado en su taxi. Cuando la conoció, ella reveló que el padre biológico de la pequeña era un hombre llamado Esteban.
Ella le dijo que Esteban había sido su amante mientras vivía en el pueblo. Él era un hombre trabajador y planeaban casarse antes de que muriera.
Niña y abuelo felices. | Foto: Pexels
Alexis se sorprendió por su revelación. Su hijo también se llamaba Esteban, y las circunstancias que rodearon su muerte fueron similares a las del hombre que describió la madre irresponsable.
El taxista comenzó a engranar la historia. Se dio cuenta de que la niña a la que había ayudado era su nieta. Llamó a su esposa al día siguiente y le explicó su descubrimiento.
Ella regresó con él y juntos adoptaron a Lisa para criarla. El destino le había sonreído a Alexis y él no podría haber estado más feliz.
¿Qué aprendimos de esta historia?
- Aprende a escuchar. Si Alexis no hubiera escuchado cuando Lisa suplicó que no la devolviera a sus padres, no habría descubierto lo que estaba pasando en su vida. Como resultado, no habría podido ayudarla.
- Haz todo lo posible por ser amable. Alexis fue muy amable con Lisa, que fue lo que la hizo abrirse con él sobre sus problemas familiares. Si hubiera sido al revés, no habría podido lograr que ella hablara con él y, al final, nunca habría experimentado un cierre por la muerte de su hijo.
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